El catabolismo muscular es un fenómeno principalmente inducido:

  • por desnutrición (como ocurre en el Tercer Mundo o en el caso de los trastornos alimentarios – DCA)
  • del alcoholismo
  • de algunas enfermedades crónicas
  •  procedente de la práctica deportiva NO correctamente apoyada por la nutrición.

Nota  : la presencia de sobreentrenamiento también puede contribuir.

En algunas actuaciones deportivas EXCESIVAMENTE prolongadas y/o intensas (maratón, marcha, triatlón-iron man, cicloturismo, etc.), el catabolismo muscular (generalmente adecuadamente compensado por la recuperación, es decir, por hormonas anabólicas + moléculas nutricionales) puede activarse excesivamente incluso en condiciones de desnutrición y/o descanso adecuado.
El catabolismo muscular representa, por tanto, un efecto indeseable del recambio tisular, caracterizado por un desequilibrio evidente entre la demolición de las estructuras plásticas del  músculo  y la consiguiente restauración o  supercompensación  .
A pesar de tener diferentes causas etiológicas (y gravedad), el catabolismo muscular SIEMPRE ocurre a través del mismo proceso: insuficiencia de glucosa en los tejidos como sustrato energético esencial para la respiración celular; además, que el déficit de azúcar afecta sólo a los músculos reclutados en el gesto atlético o a toda la máquina humana (como ocurre en algunas dietas desequilibradas, en la desnutrición calórico-proteica de las poblaciones menos favorecidas, en algunas DCA, en el alcoholismo o, incluso (peor aún, en caso de cirrosis hepática complicada), a medio-largo plazo seguirá habiendo una disminución de los niveles de azúcar en sangre.

Le recordamos que los carbohidratos, definidos como NO esenciales porque pueden sintetizarse mediante neoglucogénesis hepática, son de hecho NECESARIOS para la supervivencia y cruciales para el éxito del rendimiento deportivo, tanto aeróbico como anaeróbico (lea el artículo: Crisis de hambre durante el deporte).
Durante el ejercicio, su falta puede provocar:

  • Un aumento de la oxidación de los aminoácidos en las proteínas alimentarias que, si se utilizan para la producción de energía, NO PUEDEN satisfacer las necesidades plásticas (a menos que estén presentes  en exceso  en la dieta, pero en este caso habría que tener en cuenta los efectos secundarios). de una dieta alta en proteínas)
  • Un aumento de la proteólisis muscular resultante del agotamiento de:
  • glucógeno hepático en ayunas
  • Glicógeno hepático y muscular durante el ejercicio.

AMBOS CASOS RESULTAN EN EL CATABOLISMO MUSCULAR, TANTO POR OXIDACIÓN DIRECTA DE AMINOÁCIDOS RAMIFICADOS COMO POR NEOGLUCOGÉNESIS DE LOS OTROS LADRILLOS DE PROTEÍNAS TEJIDOS.
Nota  : Si el catabolismo muscular tiene como causa etiológica primaria   la actividad deportiva NO compensada, los tejidos primaria y principalmente implicados son los responsables del gesto atlético específico (por ejemplo, las piernas del ciclista o corredor de maratón)  .

Catabolismo muscular en el deporte

En definitiva, el catabolismo muscular en los deportistas se produce principalmente por el desequilibrio entre la actividad motora por un lado y la nutrición + descanso por el otro. En realidad, el tema sería muy amplio, multifacético y lleno de ideas, por lo que  no es posible resumirlo exhaustivamente en estas pocas líneas  ; por otro lado, el objetivo del artículo es orientar a los lectores hacia una mayor conciencia sobre el fenómeno… y sobre todo evitar la posibilidad de ser sometidos a la  pesca comercial  por parte de los grandes productores de complementos alimenticios.

¿Por qué un deportista con buena salud debería sufrir catabolismo muscular?

No es tan frecuente como podría pensarse pero aún así es posible; el caso más evidente es el de los amantes del cuerpo, que persiguen el objetivo de  aumentar  la masa muscular y, en consecuencia, reducir la masa grasa (la llamada fase de definición o corte). A menudo estos sujetos incurren en catabolismo muscular debido a la unificación del ejercicio físico (promiscuo, tanto anaeróbico como aeróbico) con una dieta baja en carbohidratos, quizás cetogénica y en cualquier caso rica en proteínas. En este caso, la dieta no suficientemente rica en carbohidratos (NECESARIA para el ejercicio muscular PROLONGADO) determina el vaciamiento de las reservas de glucógeno y la consiguiente hipoglucemia; En condiciones tan estresantes, el cuerpo reacciona liberando algunas hormonas catabólicas específicas (glucagón, diversas catecolaminas y, a menudo, también cortisol) que facilitan tanto la lipólisis como el catabolismo de las proteínas musculares. Por otro lado, un culturista que persigue el objetivo  independientemente de  la actividad aeróbica  y elige cuidadosamente la tabla de musculación  reducirá significativamente la aparición del catabolismo muscular; en este caso, el estímulo anabólico inducido por el ejercicio muscular (compensado apropiadamente por los tiempos de recuperación adecuados) es “casi siempre” suficiente para garantizar una estasis (mantenimiento) de la hipertrofia incluso en combinación con una dieta baja en azúcar (especialmente variable en función de subjetividad).
Otro caso bastante frecuente es el de los deportistas veganos (no vegetarianos); Quienes siguen una dieta  totalmente  exenta de alimentos e ingredientes de origen o derivación animal muchas veces no introducen una cantidad suficiente de proteínas para garantizar la correcta asimilación de los aminoácidos plásticos esenciales de las proteínas de los tejidos. En esta situación, el catabolismo muscular es inducido por una dieta PROPORCIONALMENTE baja en proteínas, o mejor dicho, por una dieta carente de péptidos de alto valor biológico. Evidentemente, estamos hablando de deportistas y no de personas sedentarias que, afortunadamente, pueden mantener un buen estado de salud respetando unos coeficientes proteicos equivalentes a 0,75 g/kg de peso fisiológico (normalmente cumplidos por un régimen vegano bien calibrado). En definitiva, el régimen vegano es una dieta que apenas respeta las necesidades de un deportista con objetivos elevados, tanto en el culturismo como en las actividades deportivas de competición.

Cómo evitar/compensar el catabolismo muscular

Evitar el catabolismo muscular no es difícil, bastaría con respetar una dieta equilibrada basada en una actividad física y deportiva específica. Cada disciplina requiere costes energéticos precisos y mezclas de sustratos, por lo que (en la búsqueda de maximización del rendimiento o pérdida de peso/definición muscular) se requiere de la intervención de un especialista en nutrición; Ciertamente no es un requisito imprescindible… ¡pero muchas veces marca la diferencia!

¿El uso de  complementos alimenticios puede  limitar el catabolismo muscular?

Evidentemente, en presencia de una dieta desequilibrada, ¡todo santo ayuda!
Por otro lado, no tiene mucho sentido tomar complementos alimenticios cuando “te aprietas el cinturón en la mesa”… pero parece que el marketing de la empresa ha conseguido convencer a varios consumidores de que: un simple producto de venta libre puede no sólo sustituyen a los alimentos, sino que incluso los superan en calidad y riqueza nutricional. Personalmente creo que el catabolismo muscular en la actividad deportiva es INEXORABLE en porcentajes del 2-4% respecto al coste energético global pero, con una dieta adecuada combinada con una correcta recuperación, es posible limitar drásticamente el uso de complementos alimenticios. Evidentemente, para un  deportista de élite  que practica al menos 15 horas de entrenamiento semanales, el “hombre del saco” del catabolismo muscular se presenta con mayor firmeza e importancia; En este caso, tanto para el cuerpo como para la mente (ya que la autosugestión es un fenómeno determinante), el uso de suplementos de maltodextrina (carbohidrato) y aminoácidos de cadena ramificada (BCAA) puede resultar absolutamente rentable.
Sin embargo, las estadísticas afirman que la mayoría de los deportistas que toman suplementos (productos diversos: proteínas, BCAA, maltodextrinas, AA esenciales, arginina, glutamina, creatina, etc.) no obtienen ningún beneficio apreciable ya que, como se reitera, una dieta calibrada, equilibrada y asociado a un adecuado descanso es casi siempre  más que suficiente  para prevenir y compensar el catabolismo muscular inducido por el ejercicio físico intenso y prolongado.